Estábamos en Trinidad, Cuba con un grupo de amigos comiendo algo junto a una de las piscinas del hotel. De repente vemos a pasar a un muchacho con una camiseta de la selección uruguaya, aquella que nuestra selección usó en el Mundial Korea-Japón 2002. Ante tal sorpresa le grité "¡¡¡Vamo arriba Uruguay!!!", a lo que él respondió alzando su vaso y diciendo "Aguante Uruguay y Peñarol."
Tras este intercambio de palabras el siguió su camino hacia el snack bar del hotel y nosotros nos quedamos comentando lo ocurrido.
Minutos mas tarde la sorpresa se reafirmaría cuando vemos que la misma persona vuelve caminando y se acerca a donde nos encontrábamos. Comenzó a hablarnos y el acento no era similar al nuestro, no parecía ser uruguayo.. ¡El muchacho era cubano!
No podíamos creer lo que estabamos viviendo y comenzamos a conversar con él. Nos contó que desde la final del año 1987, la cual había escuchado por radio se hizo fanático de Peñarol, simpatizando con la selección de nuestro país.
Nos contó que tenía banderas, camisetas y otros objetos relacionados con este club uruguayo. Y la historia no terminaba así. Nos mostró también audios en el celular de diferentes partidos disputados por el Carbonero y por Uruguay de hacía ya muchos años. Sin dudas que seguíamos sin poder creer aquello que estamos viviendo y sin dudas que se prestaba para el chiste y el chicaneo entre simpatizantes de Peñarol o Nacional.
Al día siguiente, cuando partíamos a recorrer otros rincones de Cuba lo volvimos a encontrar y no pude evitar pedirle para sacarnos una foto.
Sin dudas que esta fue una de las experiencias más locas que vivimos en nuestro pasaje por la isla caribeña.